Cuenca mía

Campo florido de Guapodelig,

sublime Atenas del Ecuador.

Verdes valles y sosegados páramos,

labran tu sutil resplandor.

Eres cuna etérea de gente amable,

héroes, campeones y grandes artistas.

En tus veredas deslumbra el talento

en tus campos la cosecha espera lista.

Costumbres innatas te embellecen,

en cada calle, en cada barrio en cada balcón.

La luz de tu encanto enamora,

aquellas voces que te aclaman con fervor .

Paisajística ciudad de postal,

te llevo siempre jubiloso en el alma mía,

Con coraje, decisión y a paso firme

progreso de tu mano a cada día.

Eterno orgullo de ser morlaco,

ser hijo de tus cuatro vientos.

Llevar en la sangre el rojo vivo,

y el conocimiento vital de mis ancestros.

Cuenca tradicional y milenaria